Es necesario
saber cómo actuar frente a un niño deprimido ya que para los niños, el entorno
es muy influyente.
Cuando un hijo hace un tratamiento psicológico,
es necesario considerarse a uno mismo como parte del equipo de apoyo y tratamiento.
No se debe pensar jamás que el niño deprimido no desea mejorar, aunque a veces uno
tenga esa impresión. Hay que tratar de ver los síntomas como lo que son: parte
de una enfermedad.
Algunas estrategias que pueden ser útiles
para acompañar a un familiar o amigo deprimido son:
• Ayudarle a
reconocer las fuentes de estrés y a encontrar la forma más adecuada para
hacerles frente.
• Colaborar
en la solución de algunos problemas que lo preocupan.
• Animarlo
a ser más activo, pero sin forzarlo excesivamente y sin hacerle críticas o
reproches, ya que eso puede hacer que las cosas empeoren.
• Ayudarle
a llevar una vida sana, a realizar algo de ejercicio físico y a divertirse.
• Dedicarle
tiempo, estar con él o ella.
• Elogiar
cada uno de sus avances, especialmente al principio y por muy pequeños que
sean.
• Animarle
a mantener el tratamiento prescrito y a evitar el alcohol y otras sustancias tóxicas.
• De
entrada, tomar en serio cualquier pensamiento de suicidio. No temer hablar con
él sobre este tema abiertamente. Si el familiar o amigo deprimido se siente inseguro
respecto a hacerse daño, permanecer con él o ella y contactar con personal sanitario
o utilizar el teléfono del servicio de emergencias. No dejarlo solo en ningún
momento en estos casos.
• Si uno
está al cuidado de alguien con depresión grave es fundamental encontrar tiempo
para uno mismo sin sentirte mal o culpable. Convivir con un familiar con
depresión puede desgastar, por lo que es importante cuidarse lo más posible y
mantenerse bien psicológicamente.
Hay varios tratamientos que pueden ayudar y que han probado su eficacia
en la depresión.
Entre
ellos, están:
• Técnicas
de autoayuda.
• Terapias
psicológicas.
• Terapia
farmacológica.
El
tratamiento más adecuado depende de cada caso concreto y de las preferencias
personales. Lo principal es utilizar un tratamiento que funcione, dándole el tiempo
necesario para que eso ocurra.
Es
importante estar en contacto con el médico, especialmente si el tratamiento
utilizado parece que no ayuda a mejorar. No siempre el primer tratamiento
propuesto produce los resultados esperados.
Veremos en
qué consiste cada uno de estos tratamientos:
1) TÉCNICAS
DE AUTOAYUDA
Planifica el día
Cuando uno se
siente triste o deprimido, puede ser muy difícil ponerse en marcha para hacer
cualquier cosa. Sin embargo, cuanto más activo se está, mayor probabilidad
habrá de sentirse mejor.
Es muy
útil, hacer una lista con actividades que uno se propone cada día, un plan de
acción. No conviene ser muy exigente con uno mismo al principio, y tampoco es
necesario preocuparse ante el incumplimiento del plan. Suele ayudar, intentar
hacer al menos una actividad placentera por día.
Aprender
a manejar del estrés
Para no desbordarse con los problemas, conviene analizarlos uno por uno.
También es útil aprender algunas técnicas de relajación para poder parar en
momentos de estrés.
Hacer actividad
física
Realizar alguna actividad física cada día y estar al aire libre, ayuda a
mejorar el estado de ánimo.
Evitar
los problemas del sueño
Regular el sueño manteniendo una rutina ordenada sirve mucho para mejorar
el estado de ánimo. Es importante aprender hábitos que propicien el sueño
nocturno evitando las siestas prolongadas durante el día.
Algunos consejos útiles son: evitar consumir sustancias excitantes como
el café a partir de determinada hora, y hacer actividades relajantes antes de
ir a la cama, evitando las pantallas.
Evitar
el abuso de alcohol y otras drogas
El abuso de
alcohol y/o drogas pueden hacer que la depresión empeore y generar otros
problemas. Es necesario pedir ayuda profesional en los casos de consumo de
alcohol o drogas realizado con la intención de huir de la depresión.
2) TERAPIAS
PSICOLÓGICAS
Existen
tratamientos que son específicos para tratar la depresión, como la terapia
cognitivo-conductual y la terapia interpersonal.
La
investigación ha demostrado que estas terapias resultan efectivas y pueden
ayudar a reducir la aparición de nuevos episodios en el futuro (recurrencia).
En la
terapia psicológica el especialista escucha al paciente y lo ayuda brindando
estrategias para mejorar la depresión, enseñándole a tener pensamientos
realistas, a resolver problemas, a ponerse metas y alcanzarlas y a mejorar las
relaciones con los demás.
La
terapia cognitivo-conductual:
Esta terapia ha demostrado ser eficaz en el
tratamiento de la depresión.
En rasgos generales, esta terapia se centra en modificar los estilos negativos de
pensamiento y conducta que contribuyen a desencadenar y mantener la depresión.
La intervención se centra en modificar las conductas
disfuncionales, los pensamientos negativos distorsionados y las actitudes
desadaptativas relacionadas con la depresión.
Otro aspecto clave de esta terapia es la activación
conductual, ya que existe una relación entre la actividad y el estado de
ánimo. Es una terapia que implica activamente al paciente, es
directiva, propone metas específicas y realistas y ayuda a
encontrar nuevas perspectivas.
Las características más importantes de esta terapia
empleada en niños y adolescente, son las
siguientes:
- Es
una terapia centrada en el presente y basada en el supuesto de que la
depresión está mediada por la percepción errónea de los sucesos y por el
déficit de algunas habilidades.
- Sus
componentes esenciales son la activación conductual (incrementar la
realización de actividades potencialmente gratificantes) y la
reestructuración cognitiva (identificación, cuestionamiento y sustitución
de pensamientos negativos disfuncionales).
- También
son elementos importantes el aprendizaje de competencias conductuales y
las habilidades sociales en general.
- Habitualmente
las estrategias de la terapia se basan en la formulación clínica del
problema (formulación en la que se pone especial énfasis en los factores
asociados al mantenimiento del trastorno) y la sesión terapéutica sigue
una agenda de problemas que se deben tratar.
- Es
frecuente incluir sesiones con los padres y/o familiares, para revisar los
progresos y aumentar la adherencia al tratamiento. El papel de los padres
o tutores en el tratamiento es esencial. Los padres pueden actuar como
agentes de cambio terapéutico.
La
terapia interpersonal:
Ayuda a las
personas con depresión a identificar los problemas específicos en las
relaciones con la familia, amigos, compañeros y otras personas, y buscar
soluciones para los mismos.
3) TERAPIA
FARMACOLÓGICA:
Los
antidepresivos funcionan incrementando en el cerebro la actividad
y los niveles de los neurotransmisores, ayudando a mejorar el estado de ánimo. La mayoría de los tratamientos necesitan
algún tiempo para obtener resultados, incluso la medicación necesita
cierto tiempo para funcionar. En general son necesarias varias semanas para
experimentar alguna mejoría y determinar si un fármaco resulta útil para ese
paciente, porque no todos los fármacos son igual de eficientes en todas las
personas.
En general,
los primeros síntomas que mejoran al tomar antidepresivos son los problemas de
sueño y de apetito, después el interés en actividades y la capacidad de
concentración. El último síntoma en mejorar es la tristeza y el desánimo que
puede tardar varias semanas desde el inicio del tratamiento (habitualmente 15
días).
El período
de tiempo durante el que se recibe tratamiento con antidepresivos varía de una
persona a otra. Normalmente se recomienda mantener la medicación un mínimo de 6
meses con la misma dosis con la que se obtuvo la mejoría. La retirada se hace
de forma gradual.
¿Cuál es
el riesgo de no recibir tratamiento?
Aquellas
depresiones especialmente graves deben ser tratadas adecuadamente ya que de lo
contrario pueden haber consecuencias muy importantes tales como:
- Suicidio.
- Fracaso escolar.
- Problemas en la familia.
- Problemas en las relaciones con los amigos.
- Consumo de alcohol y drogas.
- Otras conductas de riesgo (por ejemplo: conducir
imprudentemente).
- Desórdenes alimentarios.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MI HIJO?
Consejos de la Guía de Práctica Clínica sobre la Depresión
Mayor en la Infancia y en la Adolescencia:
• Ayuda a tu hijo a establecer metas, que sean sencillas y
realistas, que se ajusten a su estilo y personalidad.
• Reconoce sus éxitos.
• Recuerda las cosas que pudieron ayudarle en el pasado.
• Trabaja una meta cada vez.
Es importante tener en cuenta tres aspectos fundamentales:
1.- Cumplimiento del tratamiento:
• Recuerda que tu hijo tome la medicación.
• Participa en el tratamiento.
• Procura ser su apoyo.
2.- Relaciones y actividades agradables:
Cuando está deprimido, tu hijo puede evitar el contacto
con otras personas, pero las buenas relaciones con los amigos y familia son una
parte significativa de la recuperación. Por lo tanto, anímalo a que hable con
sus amigos, que cuide sus relaciones sociales, quítale importancia si al
principio no es capaz, lo importante es que lo intente. Ayúdale a que recupere progresivamente sus actividades. Pasa tiempo y habla con él.
3.- Nutrición y ejercicio:
• Asegúrate de que recibe una buena alimentación y que
haga ejercicio de forma regular.
• Controla que beba suficiente agua, que coma verduras y
frutas, intenta dar un paseo una vez al día con él.
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